El día que Metallica desató el caos ante 1.6 millones de personas en Moscú
En 1991, el aeródromo de Tushino, en Moscú, fue escenario de uno de los conciertos más impactantes en la historia del rock. Más de 1.6 millones de personas se reunieron para el Monsters of Rock, el primer gran festival de rock que llegaba a Rusia tras la caída de la Unión Soviética. Este evento no solo fue una descarga de música, sino también un símbolo de libertad para una generación que acababa de dejar atrás décadas de censura y aislamiento cultural.
El cartel del festival fue legendario: Metallica compartió escenario con gigantes como AC/DC, Pantera y The Black Crowes. Cada banda aportó su energía, pero fue Metallica quien marcó un antes y un después. Con temas como “Enter Sandman”, “Creeping Death” y “Master of Puppets”, la banda liderada por James Hetfield desató una energía que hizo vibrar a la inmensa multitud.
El contexto del concierto fue tan impresionante como la música. La seguridad estuvo a cargo del ejército ruso, con helicópteros sobrevolando el público para intentar mantener el orden. Sin embargo, nada podía contener la pasión de los asistentes, quienes vivían esta experiencia como un grito de rebeldía y liberación. Era la primera vez que un evento de esta magnitud traía el poder del rock y el metal a una Rusia que apenas comenzaba a abrirse al mundo.
Imagen tomada de theresistance
El concierto de Metallica en Moscú no solo fue un evento masivo, sino también un momento histórico. Representó cómo la música puede romper barreras y unir a millones bajo una misma pasión. Hoy en día, este show es recordado como uno de los momentos más legendarios en la historia del rock. Si alguna vez hubo un concierto que demostró el verdadero poder de la música, fue este.
¡Rockeros Forever celebra este legado que nos recuerda por qué el rock es mucho más que música: es revolución, pasión y libertad!